Descubrir la infidelidad de una pareja resulta devastador, ya que afecta a múltiples aspectos de la identidad de una persona. Puede llevar a la persona traicionada a cuestionar su propio atractivo y juicio. La infidelidad se define como el daño causado por las acciones deliberadas o descuidos de alguien en quien se confía en una relación romántica. Por ejemplo, esto podría incluir el involucramiento en una relación romántica o sexual con alguien que no es la pareja, esposo o esposa de la persona afectada. La infidelidad es una experiencia traumática que provoca un malestar significativo. Los efectos de la traición incluyen:
Estas respuestas emocionales a menudo resultan en cambios que alteran la vida. Las repercusiones de una traición catastrófica son especialmente relevantes en el caso de trastornos de ansiedad.
Cuando eres la persona que ha sido traicionada, ya sea por una infidelidad u otro tipo de engaño, reconstruir la confianza es increíblemente difícil. Sin embargo, puede traernos muchas recompensas. No todas las traiciones son causadas por problemas dentro de la relación, pero la persona traicionada puede utilizar esta crisis de la traición para comprender mejor a su pareja. Este entendimiento puede ayudar a reducir la probabilidad de que este comportamiento traumático se repita, un paso crucial hacia la reconstrucción de la confianza.
Este proceso no solo es relevante para mantener el vínculo romántico, sino que también es un paso fundamental hacia la curación, recuperando la paz y la calma que fueron arrebatadas.
Existen investigaciones que demuestran que el daño psicológico causado por una infidelidad puede afectar nuestra función cerebral mucho tiempo después de que ocurra el evento. Uno de estos cambios es el desarrollo de una hipervigilancia con respecto a posibles nuevas infidelidades y traiciones. Esta hipervigilancia limita la fuerza y la cantidad de nuestras conexiones sociales y, en ocasiones, nos deja aislados del resto del mundo.
Por lo tanto, es fundamental y apremiante que aprendamos a confiar nuevamente, incluso si nuestra relación está destrozada. La confianza es esencial para tener una vida feliz y significativa. El camino hacia una verdadera sanación nos conducirá inevitablemente hacia la plenitud y nos permitirá volver a confiar en alguien.
Al reconocer nuestros propios “puntos ciegos” (esto es, áreas de oportunidad en nuestra personalidad y acciones que no podemos ver objetivamente), podemos reducir las posibilidades de engañar o ser engañados en nuestras relaciones románticas. Estar en cualquiera de los lados de una infidelidad resulta desgarrador y doloroso, nunca nos imaginamos a nosotros mismos o a nuestras parejas como alguien que "haría tal cosa". ¿Por qué existe la infidelidad en las relaciones? ¿Se puede hacer algo para prevenirla? Resulta difícil observarse a uno mismo con objetividad, ver realmente qué nos impulsa a actuar de ciertas maneras. Los actos de traición, ya sea un beso en una fiesta con un colega o una aventura de años, provienen de una desconexión con nosotros mismos y con nuestras motivaciones y creencias subyacentes más profundas. Nos sentimos fuera de control cuando nos traicionamos a nosotros mismos y a aquellos que nos aman y confían en nosotros con nuestras acciones. Nuestros “puntos ciegos” pueden derivar de nuestras emociones, como cuando las emociones inconscientes nos impulsan a comportamientos que nos dañan, o de nuestros pensamientos, como cuando nos juzgamos severamente y no podemos ver nuestras propias cualidades.
Algunos psicólogos han propuesto dividir el proceso de enamoramiento en tres partes: deseo, atracción y apego. Esto significa que podemos estar en una relación a largo plazo con alguien a quien amamos (apego), mientras sentimos atracción sexual (deseo) por cualquier número de personas y, al mismo tiempo, experimentamos enamoramiento (atracción). Cuando nos enamoramos, experimentamos palmas sudorosas, mejillas enrojecidas y sentimientos de pasión y ansiedad, acompañados por la dopamina, el neurotransmisor que busca recompensas, y una oleada de cortisol, la hormona del estrés, que se moviliza para ayudarnos a lidiar con las fuertes emociones del enamoramiento. Además, experimentamos aumentos de adrenalina y de la norepinefrina, que se siente bien pero también nos hace sentir enamorados y obsesionados. Si bien estas reacciones químicas contribuyen a la infidelidad, también existen muchas razones psicológicas por las que las personas engañan.
Muchos engañan y mienten acerca de su engaño porque tienen miedo de perder a su pareja si dicen la verdad: que la conexión ya no existe. A veces tienen miedo de perder la imagen idealizada de sí mismos como pareja leal y comprometida o perder el confort de una pareja leal y amorosa a su lado. Cuando entendemos la naturaleza del deseo, nuestras propias inseguridades, necesidades y vulnerabilidades, entramos en una relación real con nosotras mismas. Nos hablamos con la verdad y comenzamos a escucharnos de una manera que no habíamos hecho antes.
Existen señales o comportamientos dentro de una relación que pueden indicar si algo no está funcionando bien. Estos comportamientos no siempre conducen a un engaño, pero identificarlos y abordarlos a tiempo ayudará a que tu relación sea amorosa y duradera. Aquí tienes algunas señales a considerar:
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