Cuando se habla de efecto mariposa se hace referencia a la teoría del caos, la cual manifiesta que el mínimo evento como el aleteo de una mariposa puede modificar y desencadenar una serie de acontecimientos a largo plazo de inmensa magnitud. Esta teoría se la debemos a Edward Norton Lorenz (1917-2008), matemático que estudió los fenómenos meteorológicos.
"El batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo”
En psicología, esta teoría se aplica para concientizarnos sobre nuestras acciones en la vida diaria. Cada pequeña elección o decisión tomada por cada uno de nosotros o cualquier cambio por insignificante que nos parezca, podría afectar no solo el día en sí, sino también la vida en general, porque cada acción transciende nuestra propia comprensión. Al tomar conciencia de nuestros sueños, anhelos e ilusiones, encontraríamos, poniendo en práctica esta teoría, la motivación y la base diaria para realizar minuciosos cambios progresivos que tendrían una gran relevancia y transformación en nuestra mente; y desde luego, en nuestra vida en general. Concentrarnos en lo que realizamos y expresamos hoy, en el “aquí y ahora” es la clave para construir el futuro que soñamos.
Sólo se necesita un cambio de actitud, y ser conscientes de todo aquello que decretamos cotidianamente. Busquemos y veamos siempre el lado positivo en cada situación, si nos enfocamos en pensar únicamente que todo es un desastre, que siempre nos va mal en todo, que nacimos sin estrella, ése es el futuro que estaremos creando. Porque inconscientemente estamos moldeando esa realidad.
Si aprendemos a disfrutar de cada momento, apreciando lo simple y sencillo de la vida, como la compañía de un amigo, escuchar a nuestros hijos, celebrar un acontecimiento y logro de un ser querido por pequeño que parezca, eso puede tener un gran significado e impacto para la vida de esa persona y a la vez para nosotros mismos, y sin siquiera notarlo, estaremos desencadenando el “efecto mariposa”.
No obstante, de las malas experiencias también se aprende, y podemos rescatar siempre una enseñanza si analizamos por qué ha sido necesario y urgente vivir esa experiencia. Al hacerlo, nos daremos cuenta que nos está aportando un gran aprendizaje, para que en un futuro no volvamos a cometer los mismos errores.
Una excelente práctica es evitar entrar en peleas innecesarias cuando nos encontramos frente a personas intransigentes o explosivas que siempre buscan el conflicto; lo prudente es alejarse y buscar otro momento para propiciar un diálogo, ya que esa persona tendrá tiempo para recapacitar y calmarse.
Si aplicamos el Efecto Mariposa a nuestra vida diaria, veremos con claridad que cada decisión cotidiana nos llevará a grandes cambios en el futuro. No se trata de un sólo cambio sino de muchas pequeñas decisiones. El efecto mariposa nos permite comprender y aceptar que estamos en el lugar que decidimos estar mediante nuestras acciones diarias, y tomar conciencia de ello nos ayuda a ser los capitanes de nuestra vida y a hacernos responsables de nuestros actos y decisiones.