Todos, en algunas ocasiones, hemos experimentado presentimientos. Por ejemplo, esa voz interior que nos advierte tomar un camino de regreso a casa diferente para evitar un accidente. O ese pensamiento que trae a tu mente a un amigo y de repente tienes noticias suyas. Algunos lo llaman coincidencia, otros intuición.
La intuición significa saber o sentir algo que está basado en el instinto, no en la razón. Puede ser una extraña sensación. Desde que nacemos se nos enseña a tomar decisiones basadas en juicios puramente racionales y se nos aconseja no dejarnos llevar por las “corazonadas”. Cuando dudamos acerca de esas decisiones buscamos respuestas en todas partes. Le pedimos a nuestros amigos, familiares e incluso a internet que nos ayuden a encontrar una respuesta. Las presiones culturales y las normas que establece la sociedad influyen a la hora de tomar una decisión. Nos enfocamos más en lo que “deberíamos” hacer, obedeciendo a los estándares que dicta la sociedad y dejando de lado lo que verdaderamente queremos para nosotros.
La próxima vez que te enfrentes a una decisión, déjate llevar por tu intuición, creéle a tu voz interior. No siempre es fácil. A veces subestimamos esas percepciones intuitivas y nos inclinamos a favor de la razón. Necesitamos reconocer nuestra intuición, ella suele aparecer repentinamente. Se manifiesta en todas las personas de diferente modo y formas. Aparece de repente como un fogonazo en nuestra mente en forma de visión, palabra o pensamiento. A nivel físico puede transmitirse en esa sensación de tener mariposas en tu estómago o en la piel de gallina. Además, a nivel emocional puedes experimentar una sensación inexplicable de euforia o miedo de manera repentina.
Algunas personas perciben su intuición con tanta intensidad que la pueden extender a otras personas. Es lo que a menudo se conoce como habilidad psíquica. Los psíquicos en general están dotados de una elevada intuición natural, sin embargo no son psíquicos para ser altamente intuitivos. Desarrollar tu intuición puede ayudar a conocerte mejor, a vencer tus propias inseguridades y a sentirte más seguro a la hora de tomar decisiones.
Comienza a despertar a tu yo intuitivo con estos cuatro sencillos métodos:
MEDITA
Nuestra intuición puede aparecer como una voz suave que proviene de nuestro inconsciente. La meditación puede ayudarnos a silenciar el ruido que hay a nuestro alrededor y enfocarnos en esa voz interior. Deja que los pensamientos fluyan y toma nota de lo que te dice esa voz interna.
SÉ CREATIVO
Nuestro consciente está tan ocupado que no podemos escuchar lo que nos dice nuestro inconsciente. Sin embargo, cuando a la noche nos vamos a dormir, nuestro inconsciente se activa actuando sin control sobre nuestros sueños. Cuando te despiertes, si recuerdas tus sueños, analiza qué dice tu intuición.
PASA TIEMPO EN CONTACTO CON LA NATURALEZA
Conectar con la naturaleza puede ser un cable a tierra que nos permite volver a encontrarnos con nosotros mismos. Nos permite desconectarnos del mundo exterior, usar todos nuestros sentidos y apreciar la belleza natural que nos rodea. El escenario perfecto para dejar volar la imaginación. Si te encuentras en este momento esforzándote para desarrollar tu capacidad intuitiva, un asesor espiritual te podrá ayudar. Habla con un asesor de Psíquicos, y él o ella te dará asesoramiento sobre cómo descubrir realmente quién eres, qué quieres y qué necesitas en la vida.
