Pelear con un amigo nunca es divertido, así como tampoco lo es discutir con tu mejor compañero de trabajo por algo insignificante, o estallar de rabia con tu "antes" mejor amiga por un conflicto que había quedado latente durante largos años. Cuando una relación importante se daña, es natural desear reconstruirla, sin embargo no siempre resulta fácil. A menos que seas un experto lidiando con conflictos y haciendo las paces, a menudo limar asperezas requiere honestidad, una mente abierta, paciencia y bastante tiempo. Si tienes un conflicto no resuelto con una amiga, a continuación te proponemos seis pasos para reparar lo que creías que ya no prosperaría más.
Espera a que los ánimos se calmen
Discutieron muy fuerte con una amiga por un mensaje de texto y ahora ella no responde. Es comprensible que tengas un deseo muy fuerte de querer llamarla y resolver el malentendido en ese mismo momento, sin embargo, te aconsejamos que te detengas un momento a pensar. Cuando las emociones como la ira y la frustración se intensifican pueden nublar nuestro mejor juicio. Tómate apenas unas horas (o tal vez días o semanas, dependiendo de la naturaleza del conflicto) para dejar que la situación se enfríe. Una vez que logres estabilizar tus emociones será más fácil hablar con calma y que lleguen a resolver las cosas.
Suéltalo
Mientras controlas o procesas esas emociones, acude a alguien con quien puedas descargar tus frustraciones, así te sentirás más liberado. Eso no significa que tengas que hablar mal de tu amigo con cualquiera que te escuche, sin embargo, contar con un confidente puede ayudarte. Si no tienes a nadie con quien puedas hacer catarsis, busca otra manera de soltar tus emociones. Intenta hacer actividad física, practica un arte, ponte a escribir o incluso grita sobre una almohada.
Revalúa la amistad que las une
No todas las amistades son para toda la vida. Algunas naturalmente cambian y terminan por romperse. Los cambios pueden generar conflictos. Por otro lado, algunas amistades son simplemente tóxicas y no vale la pena salvarlas. Cuando peleas con alguien con la que tienes una amistad que está a punto de desmoronarse, puede ser una excelente oportunidad para reconsiderar lo que la amistad significa para ti. ¿Posee esta persona lo que valoras en un amigo? ¿Es una relación sana y satisfactoria para ambos? No dejes que la obligación de mantenerte fiel a un viejo amigo te detenga, si estás realmente convencido de que seguir adelante será lo mejor para ti.
Acércate (dejando el ego a un lado)
Has reflexionado acerca de la situación. Ahora es el momento de abrir las líneas de comunicación. Antes de hacerlo, comprométete a dejar tu ego. No te acerques a tu amigo a menos que estés preparada para disculparte. Concéntrate en solucionar el problema, no en jugar el papel de víctima. Haz planes para encontrarte personalmente e intenta hacerlo lo antes posible antes de que sea demasiado tarde. Dejar pasar un período de tiempo sin verse para dejar enfriar las cosas puede ser positivo, sin embargo esperar demasiado puede resultar incómodo. Si sabes que eres tú el que está equivocado, admítelo y discúlpate. Si crees que es él el culpable, perdónalo, olvídate de la situación y sigue adelante con otra cosa. En cualquiera de los casos, mantén siempre una mente abierta y escucha qué tiene para decirte el otro.
Acepta el fin de la amistad
Te das cuenta que, a pesar de que has hecho tus mejores esfuerzos por recuperar la amistad con tu amiga, ella nunca se interesó en reparar lo que se había roto entre ustedes. Quizás hayas intentado buscar una solución, sin embargo, solo funciona si ambas desean lo mismo. Duele perder a un amigo de esta manera, pero no lo consideres un fracaso. También es parte de la naturaleza de las relaciones humanas terminar a veces con ellas. Date permiso para llorarla. Es normal sentir que tu corazón se ha roto: esta experiencia no es muy diferente a una ruptura romántica. Es posible que te encuentres con él en algún momento más adelante, sin embargo ahora es momento de abrir tu corazón y darles la bienvenida a nuevos amigos que se crucen en tu camino.