¿Eres del tipo de persona que agoniza con cada decisión? ¿Eres incapaz de tomar decisiones, ya sea sobre qué pedir para la cena o qué carrera profesional seguir? Si tomar decisiones te causa estrés, no estás solo.
Muchas personas sufren de indecisión. Algunas veces es porque somos inseguros, otras no confiamos en nosotros mismos o nos quedamos atascados por una mala decisión pasada. A veces, es más fácil dejar que otras personas decidan las cosas por nosotros o al menos parecen más capaces de hacerlo.
Sin embargo, tomar decisiones es parte de la vida. Cuando le das ese poder a otra persona, pierdes el control de tu propio destino y pierdes el orgullo que podrías experimentar cuando tu decisión da sus frutos.
Es hora de aprender a confiar en ti mismo y de hacerte cargo de tu vida. Aquí te enumeramos 6 formas de recuperar la confianza en tus propias habilidades y capacidad para tomar las decisiones correctas:
Deja de pensar demasiado
¿Te obsesionas con cada decisión, intentando calcular mentalmente todos los resultados posibles? Ni siquiera un psíquico puede decirte exactamente cómo se desarrollará todo: tus acciones determinan demasiado. En lugar de pensar demasiado en tus decisiones, haz una lista de pros y contras. Vuelca tus pensamientos en un papel para que puedas ver las cosas con mayor claridad.
No actúes por impulso
Claro, hay ocasiones en que se requiere una decisión rápida, pero generalmente la presión para decidir es autoimpuesta. ¿Crees realmente que es una decisión urgente? Aunque no desees analizarlo demasiado, está bien tomarte un tiempo para decidir. No dejes que otras personas te presionen si no estás lista.
Permítete sentir temor, asustarte
Es fácil elegir el camino de menor resistencia. ¿Quién no preferiría una vida sin conflicto, sin miedo y sin pelea continua? Sin embargo, son esos desafíos los que pueden generar las mayores recompensas. No tomes decisiones basadas en el miedo. Intenta abstraerte de tu zona de confort. A veces la decisión que más temes tomar es la más acertada.
Escucha a tus emociones
Cuando estés considerando tomar una cierta decisión, reflexiona sobre qué intenta decirte tu voz interior. ¿Cómo te hacen sentir tus opciones? Una vez que lo sabes, es hora de confiar en tu instinto.
Deja de intentar complacer a todos
Si haces lo imposible para agradar a todos, entonces no superarás nunca tu propia inseguridad, porque complacer a todos es imposible. Si bien podemos tener otros en nuestras vidas que debemos considerar, no olvides basar tus decisiones en lo que es mejor para tu bienestar.
Permite que el pasado fluya
Todos han tomado una decisión de la que se arrepienten. Algunos de nosotros, muchas. Pero es hora de perdonarse por errores pasados, tomar las lecciones aprendidas y recuperar la confianza a la hora de tomar decisiones. Intenta redactar una lista de todas las buenas decisiones que has tomado y recuérdalas cuando te sientas insegura.
El paso más importante en la toma de decisiones es aprender a confiar en ti misma. Recuerda que eres muy fuerte, capaz e inteligente, y tienes el poder de decidir sin asistencia. Por supuesto, si te sientes realmente angustiada, un asesor o asesora espiritual puede ayudarte a allanar la senda y a la vez te incentivará a desarrollar tu intuición y tu confianza.