Todos queremos relajarnos y disfrutar de las vacaciones, pero incluso la época más feliz del año no está exenta del despiadado estrés. Para toda la comida, diversión y tradiciones, hay listas de compras interminables, parientes difíciles y horarios repletos. No importa qué te estresa de esta época del año, hay algunas cosas simples que puedes hacer para tranquilizarte:
MEDITA
Los estudios han demostrado que practicar la atención plena a través de la meditación puede reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) en tu cuerpo. Incluso meditar durante 25 minutos, tres días seguidos, puede mejorar tu capacidad para mantener la calma. ¿Quién no necesita practicar la calma para lograr sobrellevar las multitudes de compradores navideños?
Hay un montón de aplicaciones y videos de YouTube que ofrecen meditación guiada para ayudarte a comenzar, incluso si sólo tiene dos minutos para dedicarte a ella. Una vez que hayas aprendido lo básico, puedes meditar en cualquier lugar y poner tus habilidades en práctica durante una situación estresante. ¿Te encuentras atrapado en una larga cola? O en una tensa reunión familiar? Solo tómate unos minutos para calmar tu mente, concéntrese en su respiración y repita un mantra que te fortalezca. Reconoce el ruido a tu alrededor, pero déjalo ir.
HAZ EJERCICIO
Ya sabes que el ejercicio es bueno para el cuerpo, pero es fácil olvidar lo beneficioso que es para la mente. Cuando las cosas están agitadas, el ejercicio puede convertirse en una ocurrencia tardía, a pesar de que es el momento en que más lo necesitamos. La actividad física aumenta las endorfinas que te hacen sentir bien, y elevan tu estado de ánimo, alivian el estrés y reducen la ira.
Haz que sea una actividad familiar de temporada desconectar a todos y llevarlos al aire libre: intenta con trineos, esquí o simplemente toma una caminata de invierno. Lograrás un plus si puedes captar algo de luz solar mientras te ejercitas. La luz del sol nos ayuda a producir serotonina (otra sustancia química para la felicidad) y para combatir el trastorno afectivo estacional. Si no puedes salir al sol o cerca de una ventana soleada, considera como opción una caja de luz de fototerapia para mejorar tu estado de ánimo de invierno.
TOMA TIEMPO PARA TI MISMO
Puede ser difícil reservar el tan necesario tiempo para ‘uno mismo’ durante las vacaciones, ya que estamos llenos de invitaciones a fiestas, debemos hacer diligencias, planes de viaje y cualquier otra cosa en la que nos hayamos comprometido a hacer. Para asegurarte de tener la oportunidad de relajarte y recargar energías, tendrás que aceptar que está bien decir NO. No tienes que enviar tarjetas de Navidad, ni hornear galletas para los vecinos o asistir a todos los eventos de vacaciones a los que estés invitado. Hay otros momentos a lo largo del año en los que puedes mostrar a las personas que te importan sin tener que abrumarte.
Asegúrate de priorizar. Haz una lista de todas las cosas que tienes que hacer durante las vacaciones. ¿Necesitas realmente hacer estas cosas? Pon las cosas más importantes en la parte superior de la lista y está dispuesto a dejar que otras tareas no esenciales queden a un lado. Solo asegúrate que tus prioridades incluyan algunas cosas que sean sólo para ti: un viaje al salón de uñas, un baño caliente, un masaje, lo que sea que te ayude a despejar tu mente y relajarte.
ENFÓCATE EN LA GENTE, NO EN LAS COSAS
En medio del ajetreo y el bullicio de las compras navideñas, a veces olvidamos que hay mucho más en la temporada que el intercambio de regalos. Concéntrate en la época del año como una forma de reconectarte y pasar tiempo de calidad con aquellos que amas. Cuando estés con amigos y familiares, guarda tu teléfono, deja de pensar en lo que viene a continuación en tu lista de tareas pendientes y sumérgete por completo en el momento.
Por supuesto, no siempre nos gustan todas las personas con los que pasamos las vacaciones. Ya sea por ese primo con quien tenemos puntos de vista opuestos políticamente, o la tía que siempre pregunta por qué todavía eres soltero, trata de aceptarlos tal como son, e incluso examina las cosas desde la perspectiva de ellos. Hay una buena probabilidad de que experimenten el mismo estrés inducido por las vacaciones que tú. Cualquiera sea el caso, recuerda que las vacaciones no son el mejor momento para resolver las disputas familiares y trata de mantener la calma cuando los demás se molestan.
CONSULTA A UN PSÍQUICO
Trabaja con tu estrés navideño hablando con alguien que pueda ofrecerte orientación y asesoramiento sin juzgarte. Nuestros asesores espirituales pueden usar su gran conocimiento para ayudarte a comprender exactamente qué te molesta, qué obstáculos se interponen en tu camino y cómo puedes superarlos.