Todos sabemos lo que es experimentar la empatía, esa habilidad innata que tenemos los seres humanos para comprender lo que otra persona está sintiendo. Cuando nuestros amigos y familiares están atravesando un momento difícil, compartimos esos sentimientos difíciles con ellos. Para algunas personas, existe una capacidad más allá de la empatía, algo más profundo que simplemente ser sensible. Pueden sentir lo que otras personas sienten, desde las emociones hasta las sensaciones físicas.
¿Qué es ser un empático?
Una persona empática es un psíquico que lee la energía de otras personas. A los empáticos a veces se les llama clarisintientes. Mientras que un clarividente tiene la capacidad de "ver", la clarisiencia se refiere a la capacidad de "sentir".
Un empático es profundamente consciente de los sentimientos de otras personas, desde la ira y la alegría hasta la esperanza y el miedo. Un empático puede sentir ansiedad, fatiga, incluso dolor. Para algunos empáticos, su capacidad de sentir puede ser abrumadora y debilitante. Para otros, puede ser una herramienta para ayudar a otras personas a ponerse en contacto con ellos mismos y poder sanarlas.
¿Eres empático?
¿Alguna vez te has preguntado si eres empático? Algunas personas por naturaleza tienen una tendencia a absorber los estados de ánimo de quienes los rodean. Otros han aprendido a sintonizar con las emociones de las personas (piensa en un terapeuta que puede decir cómo se siente realmente su paciente), no obstante, existe una diferencia entre ser sensible o empático y ser un empático.
Si respondes "sí" a cualquiera de estas preguntas, podrías ser una persona empática:
¿Puedes sentir lo que otros están sintiendo? Las personas sensibles no pueden evitar y permiten que el humor de otra persona les afecte. Sin embargo, un empático siente de manera muy intensa las emociones de los demás, incluso aquellas emociones ocultas.
¿Las multitudes absorben tu energía? Muchas personas empáticas terminan agotadas después de pasar tiempo rodeadas de muchas personas. Con tantas energías y emociones vibrando a su alrededor, puede resultar muy difícil bloquear el ruido. No es poco frecuente encontrar que un empático sea introvertido, o al menos necesite pasar un poco de tiempo en soledad.
¿Eres bueno captando a primera vista cómo son las personas? En el instante en que un empático se encuentra con alguien, recibe una vibración de ellos. No se apresuran a emitir juicios de valor, pero conocen las verdaderas intenciones de esa persona. Además, poseen una extraña capacidad para detectar a las personas que mienten.
¿Cómo puede ayudarte un empático?
Si tienes un amigo empático, considérate afortunado. Los empáticos a menudo son personas compasivas, amables y generosas. Son excelentes oyentes, saben cómo tranquilizarte en situaciones que te generan estrés.
No es de extrañar que las habilidades de los empáticos sean muy buscadas a la hora de solicitar asesoramiento espiritual. Un empático puede aprovechar tu energía y usarla para darte claridad acerca de la situación que estás atravesando y hacia dónde te encaminas. Un empático sabe lo que sientes, incluso cuando tú no lo presientes. Cuando atraviesas una situación conflictiva, un empático puede arrojar luz sobre las respuestas que están dentro de ti, incluso puede conectar con los sentimientos de las personas cercanas a ti.
Antes de iniciar una lectura empática, enfócate en despejar y calmar tu energía. Medita sobre las preguntas que deseas formular o en el aspecto de tu vida respecto al cual te gustaria recibir ayuda. Déjate ayudar y mantén tu mente abierta.