Nuestra felicidad y bienestar dependen, en parte, de la solidez de nuestras conexiones emocionales. En cuanto a las relaciones románticas, las asociaciones saludables no siempre son fáciles de encontrar y suelen ser desafiantes de mantener. Las relaciones requieren esfuerzo de ambas partes; una cosa es comenzar una relación nueva y emocionante, pero mantener y nutrir una relación a largo plazo es otra historia. ¿Cuáles son las características clave en una relación de pareja saludable? Podemos mencionar aspectos específicos como las habilidades de comunicación, la honestidad y las muestras de afecto. Aunque nuestras experiencias de relación son diferentes dependiendo nuestro entorno, podemos identificar elementos esenciales que deberían estar presentes en cada relación para que sea saludable y satisfactoria para ambas partes.
Durante muchos años, los investigadores se habían centrado exclusivamente en los aspectos hedonistas de las relaciones para determinar qué tan exitosas son, es decir, habían conceptualizado la calidad de una relación en términos de cuán satisfecho estaba cada persona dentro de la pareja. Sin embargo, para nosotros está claro que hay más en las relaciones saludables que simplemente sentirse bien, es por eso que podemos examinar las relaciones de manera más global para determinar la calidad de las mismas. Las relaciones pueden ser una fuente de significado, caracterizadas por el compromiso, el sacrificio y el crecimiento personal.
Podemos decir que una relación saludable y feliz para ambas partes en una pareja contiene otras características importantes; la relación debe tener:
- Un significado profundo.
- Permitir el crecimiento personal.
- Ser una fuente clave de inspiración, apoyo y estímulo para el desarrollo personal.
- Los miembros de la pareja comparten metas y objetivos en común.
- Los miembros de la pareja se apoyan y celebran los logros individuales.
- Los miembros de la pareja priorizan a su compañero más que a sí mismos.
Crisis de Pareja
Es importante aprender a identificar cuándo una relación está yendo bien, y es igual de importante estar atentos a las señales de que una relación no está funcionando bien. Un aspecto clave de las relaciones saludables es la comunicación. Las crisis de pareja son algo común en cualquier relación amorosa. Los desafíos del día a día, las diferencias de personalidad y las expectativas no cumplidas generan conflictos y desgaste emocional, especialmente si hay malentendidos o falta de una comunicación interpersonal saludable. Sabemos que existen indicadores de divorcio, estos no garantizan que una relación fracasará inevitablemente, pero son señales claras de que una relación necesita mantenimiento.
Crítica: Cuando critícas a tu pareja, estás atacando directamente su persona o carácter. Esto es diferente a ofrecer una opinión útil o expresar una queja. Cuando la crítica es más dura, puede escalar un pequeño error hasta convertirlo en una gran pelea. La crítica constante es una señal de alerta en una relación; en contraste, la crítica constructiva es una señal positiva que indica un comportamiento saludable en una relación. Es importante aprender a reconocer la diferencia y trabajar este aspecto de la comunicación, especialmente si alguna de las partes se siente constantemente rechazada o herida.
Desprecio: El desprecio va más allá de la crítica, ya que implica una superioridad moral sobre tu pareja. Esto puede incluir burlarse de ellos, ridiculizarlos, llamarlos nombres, imitar su lenguaje corporal o menospreciarlos. La intención es hacer que se sientan despreciados o sin valor, lo cual es un sentimiento terrible para infundir o recibir de alguien.
Defensividad: Es natural ser defensivo a veces, especialmente si estás particularmente estresado o cansado. Las respuestas defensivas a menudo transfieren la culpa a la pareja, lo cual no es una forma saludable de resolver las diferencias en una relación. Le dice a la otra persona que quizás no lo estás tomando en serio y que no asumirás tus errores.
La “Ley del Hielo”: Usualmente observamos este patrón poco saludable en una relación como respuesta a comentarios despectivos hechos por una de las partes en una relación. Esto sucede cuando el compañero que recibe comentarios sarcásticos o ridiculizadores termina cerrándose y ya no responde al otro. Aplican la Ley del Hielo a la pareja y evitan la confrontación actuando ocupados, desvinculándose de la conversación o simplemente dejando su presencia. El problema con la “Ley del Hielo” es que significa que no habrá comunicación, lo cual es problemático para cualquier relación.
Cómo mejorar una relación de pareja en crisis:
5 reglas
Existen herramientas y estrategias que podemos utilizar para construir una relación amorosa y saludable con nuestra pareja. Estas estrategias nos ayudarán a desarrollar una conexión emocional sólida, siendo la receptividad emocional uno de los factores más importantes en una relación saludable. Esto incluye enviar señales físicas y verbales a nuestra pareja y que ellos respondan a ellas. Otro factor importante en las relaciones saludables es ser vulnerables el uno con el otro, abrirnos a nuestra pareja ayudará a desarrollar una confianza mutua. Ser honestos y tener conflictos saludables también es clave, evitando recurrir a la crítica, el desprecio o la Ley del Hielo. Aquí exploraremos 5 reglas efectivas para recuperar la armonía y la felicidad en tu relación con tu pareja:
- Comunicación abierta y honesta: La comunicación es fundamental para superar cualquier crisis de pareja. Escuchar activamente a nuestra pareja, expresar nuestros sentimientos, necesidades y preocupaciones de manera clara y respetuosa, y buscar soluciones juntos, ayudará a fortalecer el vínculo y establecer una base de confianza sólida.
- Aceptación y respeto mutuo: Las diferencias y los conflictos son parte natural de cualquier relación. Aprender a aceptar y respetar las opiniones, valores y perspectivas de nuestra pareja, incluso cuando no estemos de acuerdo, contribuirá a la construcción de un ambiente más comprensivo y amoroso.
- Trabajar en equipo: Enfrentar las crisis de pareja requiere un esfuerzo conjunto. Sentarnos juntos para identificar los problemas, establecer metas comunes y buscar soluciones prácticas hará que ambos sientan que están trabajando en la misma dirección y fortalecerá la relación.
- Buscar ayuda profesional: Si la situación no mejora y sentimos que necesitamos apoyo adicional, consideremos buscar ayuda profesional. Un terapeuta de pareja puede brindar herramientas y técnicas específicas para abordar los conflictos y superar la crisis. No hay nada de malo en buscar ayuda externa cuando la situación lo requiere.
- Nutrir la relación: No olvidemos dedicar tiempo y atención a nuestra relación. Realizar actividades juntos, cultivar intereses compartidos, celebrar los logros mutuos y expresar el amor y la gratitud de manera regular puede fortalecer la conexión emocional y reducir las posibilidades de crisis futuras.
Recuerda que las crisis de pareja son difíciles, pero no significan necesariamente el fin de la relación. Con esfuerzo, comprensión y compromiso mutuo, es posible superar cualquier obstáculo y construir una relación más fuerte y satisfactoria. Al final del día, el amor y el respeto son la base de cualquier relación exitosa.
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